En México el cáncer cérivicouterino cobra la vida de cientos de mujeres cada año y la mejor herramienta para combatirlo es la prevención y diagnostico en contra del VPH y CCU.
Este cáncer representa un tabú social por su asociación con el Virus del Papiloma Humano y con enfermedades de transmisión sexual.
Asimismo es la segunda causa de cáncer más común en mexicanas y la cuarta causa de muerte de mujeres en todo el mundo.
Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, la pobreza es un factor de riesgo para el cáncer de cuello uterino.
Muchas mujeres con bajos ingresos no tienen acceso fácil a servicios adecuados de atención a la salud, incluyendo las pruebas de Papanicolaou.
Esto significa que es posible que no se hagan las pruebas de detección ni reciban tratamiento para lesiones precursoras de cáncer cervicouterino.
Las pruebas de detección ofrecen la mejor oportunidad para encontrar el cáncer de cuello uterino en una etapa temprana cuando es probable que el tratamiento sea eficaz.
Es por esta razón que, a partir del año 2001, Fundación Pedro y Elena Hernández A.C implementó el proyecto para la prevención y detección oportuna de cáncer cervicouterino en las comunidades rurales de Cuenca de Valle de Bravo, en el Edo. De México.
El esfuerzo fue en colaboración con la Fundación Luis Pasteur, I.A.P., a la cual se canalizan pacientes que requieren de un grado mayores cuidados.