Dicen que el Halloween es una tradición completamente estadounidense, y en algunas escuelas se exhorta a los niños mexicanos a disfrazarse sólo de catrinas y catrines para vivir esa experiencia de transformarse una vez al año, pero con la cultura de las calaveras mexicanas con el fin de desincentivar la conocida noche de brujas.
Pero, ¿en realidad qué hay detrás del llamado Halloween?, ¿es en verdad malo?, ¿exhorta a dar una bienvenida al mal?, ¿es contrario y repugnado por el catolicismo?
Para muchos es la mejor noche del año, para otros un acto reprobable, pero antes de emitir nuestra postura conozcamos un poco más.
Irlanda, la cuna del Halloween y no EEUU
Resulta que Halloween, más que una noche donde los diablos salen a pedir dulces, y si se les niegan harán de las suyas, se trata de la fiesta de fin del Verano, cuando se realiza la cosecha de la temporada previa, y se le da la bienvenida al otoño, fecha que coincide con el año nuevo en la tradición Celta.
Su nombre real es el Samhain y tiene su origen en Irlanda, no en Estados Unidos de América, como muchos lo creen.
Durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos.
Además, era habitual colocar una vela encendida en las ventanas para que los muertos «encontraran su camino».
Como ves una tradición muy similar a la católica ¿no?
Sin embargo cada cultura, país, y claro el comercio han ido adoptando ciertas variaciones con el fin de mover las economías y en muchas ocasiones deformando un poco la realidad para convertirla de una fiesta de culto a una fiesta de libertinaje y descontrol.
Halloween y los disfraces
La tradición de los disfraces es completamente propia del continente americano, sin embargo ¿qué crees?, que es en México donde se prefieren los disfraces de homenaje a los personajes que la iglesia considera malos o indeseables, a las criaturas de las tinieblas como las brujas, los vampiros y hasta el mismo Luz Bella.
Es en Estados Unidos en donde el objetivo es disfrazarse, de ángel, de muñeca, o bien claro de los personajes clásicos como Jason o Freddy.
Del Halloween al Día de Muertos
El 31 de octubre es una fecha asociada con los muertos, las almas en pena, las brujas y los hechizos.
Estas características se deben a su cercanía con el día de los difuntos, que tiene su origen en la tradición de la Iglesia Católica y que se conmemora el 1 de noviembre.
Como en otros festivales de año nuevo, en esta fecha los muertos volvían a estar entre los vivos. En el caso de los Celtas hacían sacrificios humanos y de animales, en honor al dios Samhaín, señor de la muerte.
Los Celtas creían que la frontera entre los mundos de los vivos y de los muertos se volvía incierta en la noche antes del Año Nuevo.
Pero no todos los espíritus son buenos, por ello es que con el fin de alejar a los malos, durante la noche del Samhain, los Celtas se vestían con cabezas y pieles de animales mientras que los sacerdotes de Druida realizaban sacrificios con fuego para celebrar el día de un modo más cristiano.
Día de todos Los Santos, basado en el Samhain
Fue en el sigloVIII, cuando la Iglesia Católica declaró en 1 de noviembre en su calendario litúrgico el Día de Todos Los Santos, para rendir homenaje a todos los santos que no tuvieran un día particular de celebración.
A lo largo de los años, estos festivales se combinaron, y la mayoría llamó «All hallowmas» (la masa de todos los santos, de las personas santas) al Día de Todos los Santos. La noche anterior se conoció como «All Hallows Eve» (Víspera del Día de Todos los Santos). Con el tiempo, su nombre se convirtió en Halloween.
Las brujas, reinas del Aquelarre
En la Edad Media comienza la persecución de todos los ritos paganos, (todo lo que no es cristiano) y es perseguido por su presunta vinculación con el maligno. Sin embargo, es con la Contrarreforma y con los distintos cismas protestantes cuando la persecución de la brujería se incrementa notablemente.
Fue con la bula papal Summis desiderantis affectibus, del Papa Inocencio VIII el 5 de diciembre del año de 1484, con la que se legitimó la persecución de brujas, tortura y ejecución, generalmente ardiendo en la hoguera, empezando así La Inquisición a perseguir la hechicería. La figura histórica más famosa que fue condenada a arder en la hoguera bajo la acusación de bruja fue Juana de Arco.
Lejos de ser mujeres con verrugas, algo sucias y que surcan el cielo montadas en una escoba, las brujas también eran jóvenes bellas que utilizaban sus conocimientos para hacer el bien a su comunidad.
Esa es la revisión del mito de las brujas que diversos expertos llevaron hace algunos años en un congreso en Sassello, ciudad ubicada al norte de Italia, y en el que participaron psicólogos, y religiosos, para dar su punto de vista sobre un fenómeno inquietante, con una buena carga de dosis de mitos y leyendas.
Seducción y maldad
¿Seductoras perversas o encantadoras seducidas?», ese era el lema del congreso llevado a cabo en Triora en 1588.
Ni lo uno ni lo otro, simplemente se trataba de personas con bastos conocimientos de herbolaria que con infusiones o alimentos basados en yerbas podían curar o destruir.
Pero con base en estas deformaciones de la historia real es que hoy el Halloween tiene diferentes connotaciones y se celebra diferente en cada etapa de la vida.
Para algunos es la noche en que todos pueden convertirse en personajes de la vida galante en apariencia sin sed juzgado, de mostrar otra cara a la sociedad, con el fin de divertirse y otros aprovechando esta noche de libertad y libertinaje para cometer actos ilegales y que atentan contra la integridad propia y de terceros.
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