Algunas mujeres piensan que amamantar es todo un reto, en especial cuando no tienen habilidad para hacerlo, no se acomodan, son muy jóvenes, si tienen que atender un trabajo o a otros hijos. Sin embargo es un proceso natural que ha sido posible desde tiempos ancestrales, cuando no existían los biberones, o las leches de fórmula y cuando las mujeres concebían a los 16 años de edad.
Si apelamos al tiempo, ninguna excusa para evitar el amamantamiento sería aceptable, salvo condición de salud como VIH o tratamiento de cáncer, en donde está expresamente contraindicada la lactancia.
Sin embargo hay muchos factores que pueden influir a que una madre no logre con éxito esta importante tarea, por ello es básico no dejarlo a la suerte, sino desde el primer momento de nacido permitirle al bebé buscar el pezón con naturalidad para empezar a alimentarse con el calostro, o el primer suero disponible para su nutrición y desarrollo.
Apóyate del cuerpo de enfermeras en la clínica donde nació el bebé, ellas ahora están capacitadas para hacer resta tarea más fácil para la madre primeriza.
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