Podría parecer un verdadero dilema, hay quienes dicen que planear la pasión termina por apagarla, y hay quienes piensan todo lo contrario,así que vamos a descubrir qué pasa y cómo funciona nuestro cerebro.
David Barrios, reconocido sexólogo y terapeuta, recomienda planearlo, porque el cerebro empieza a prepararse y a emocionarse porque sabe que habrá acción sexual y por lo tanto enciende el deseo, y justamente es en verano cuando más predispuestos estamos los humanos para los encuentros sexuales.
Nada tiene que ver la edad, sino que jóvenes, no tan jóvenes y los maduritos funcionan igual debido al ambiente, al clima y al reloj biológico con los círculos circadianos, los días largos con luz y calor solar característicos del verano elevan la vitamina D en el cuerpo, que a su vez propicia una mayor producción de ciertas hormonas por ejemplo la testosterona que impulsa el deseo sexual y la energía en los hombres, las endorfinas estimuladoras de la felicidad y el estado de ánimo, y la oxitocina que brinda excitación, seguridad y confianza.