En las terapias para la menopausia no siempre necesitamos hormonas, si bien la falta de las mismas es la que ocasiona los bochornos, la respuesta no está en reemplazarlas con más.
En los ensayos de utilizó una comparación del fármaco con un placebo, en unas mil 175 mujeres con una media de 10 sofocos diarios.
Después de 12 semanas, aquellas que habían tomado la nueva terapia tuvieron una media de casi seis episodios menos al día en comparación con una reducción de cuatro o cinco episodios diarios en aquellas que recibieron el placebo.
Aunque la diferencia fue estadísticamente significativa, muchos miembros del comité de expertos dijeron que esa diferencia podría no ser tan grande en la vida real.
En cuanto a los efectos secundarios se encuentran un aumento de las ideas o conductas suicidas, de forma similar a la que describen otros fármacos que contienen paroxetina.
Así como síntomas más habituales tales como:
- Dolor de cabeza
- Náuseas
- Vómitos
- Fatiga
- Aumento del riesgo de hemorragia
- Posible reducción en la efectividad del tamoxifeno, usado en pacientes con cáncer de mama
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